La historia tras Le Lutin: Una de las panaderías más emblemáticas del Sur de Chile
La serie de micro documentales “Volver a lo Simple” de SumUp destaca negocios en distintas latitudes de Chile y explora cómo sus protagonistas eligieron tomar elementos de sus orígenes para crecer.
En su segundo capítulo conoceremos la historia detrás de la panadería Le Lutin en la Araucanía - Fecha de estreno: 21 octubre en nuestro canal de YouTube
Cuando a los 18 años Miguel Seguel dejó su Arica natal para irse a estudiar Ingeniería en Sonido nunca imaginó que en tierras tan lejanas a las suyas lograría encontrar la verdadera pasión de su vida. Hace más de diez años y a más de dos mil 800 kilómetros de distancia, este nortino no solo se encantó de la lluvia, los bosques y la calidez de la gente de la zona. Allí también comenzó su amor por la elaboración de pan.
Todo comenzó con su roommate, quien como acostumbra la mayoría de la gente en el Sur, amasaba y horneaba su propio pan. Fue así como se animó a colocar “las manos en la masa” e hizo su primer intento. Y esa satisfacción que tuvo al sacar su primera hogaza, es la misma que lo ha motivado a seguir aprendiendo hasta el día de hoy. Y si bien no abandonó sus estudios, de a poco fue incursionando y descubriendo más de este mundo.
Una de sus primeras experiencias fue cuando estuvo trabajando en un campamento en las montañas de Pucón. Allí tuvo que desarrollar varios roles y, por supuesto, el que más le gustó fue cuando lo dejaron a cargo de la panadería. Una oportunidad para experimentar y compartir con sus pares que aprovechó al máximo.
Luego de recibirse de su carrera, Miguel recorrió varias ciudades del mundo gracias a su trabajo como sonidista. Algo que le gustaba, pero que lo alejaba de su querido sur. Por eso, tras varias idas y vueltas, decidió retornar por un tiempo junto a la familia que formó. Una estadía que terminó alargándose más de lo presupuestado tras el terremoto blanco que vivió la zona. Una trampa de la naturaleza que los mantuvo ahí, pero que también los hizo reflexionar si es que querían abandonar la tranquilidad de las tierras sureñas.
En medio de esta situación compleja, Miguel decidió dar un giro en su vida y comenzó a construir un nuevo camino. No solo se quedó en su querido Sur, también empezó a retomar aquella pasión que había descubierto en sus tiempos como estudiante. Y con el tiempo el sueño de abrir su propia panadería se hizo cada vez más presente.
Fue así como nació Le Lutin, una de las panaderías más emblemáticas del Sur de Chile. Una propuesta inspirada en los paisajes, bosques y en las historias de los seres que habitan esta tierra. Entre ellos, algunos seres mágicos como los duendes. De hecho, la inspiración para el nombre surgió de uno de sus mentores. Un panadero francés que conoció mientras trabajaba en la montaña. ‘’¿Cómo se dice duende en francés?’’ . La respuesta fue ‘’Lutín’’.
Desde hace 10 años que, usando métodos antiguos de fermentación y diferentes tipos de grano (trigo, centeno, maíz, sarraceno, entre otros), han logrado posicionarse y ganar una clientela fiel entre los habitantes y turistas de Pucón. Personas que valoran su creatividad y sus deliciosos panes de chocolate. Producto que se ha convertido en uno de sus sellos más característicos.
Actualmente la panadería recibe a más de 150 personas y 600 en temporada estival. Fueron uno de los pioneros en el arte de la masa madre en Chile y su foco actual está en mezclar granos de trigo del exterior, que vengan de los orígenes más puros y antiguos para luego cosecharlas en la zona. Están a la espera de la llegada desde Alemania del grano Einkorn, una especie primitiva de larga data que será plantada por ellos por primera vez en Chile.
Hoy, el sueño de Miguel y sus colaboradores es entregar una propuesta diferente en cada uno de sus panes. Quiere compartir su pasión y enseñar de este arte. “Hoy, crear tu propio alimento desde cero, puede ser una práctica tan noble como lo era en los principios de los tiempos.
Hornear pan puede ser más que solo un sustento, puede ser el hilo que une a toda una comunidad”. Quienes trabajan en Le Lutín son una verdadera familia con sueños y proyectos en común. Entre ellos, el crear el primer horno comunitario del Sur de Pucón. Un espacio en el que los habitantes de esta ciudad puedan aprender sobre la panadería y realizar sus propias creaciones. Una manera de seguir transmitiendo esta tradición milenaria que Miguel quiere preservar por otros mil años más.
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