Persona natural o jurídica: ¿cuál es la diferencia?
El inicio de actividades es sumamente importante para formalizar tu emprendimiento y cumplir con sus obligaciones. Sin embargo, muchas personas se confunden a la hora de elegir si deben constituirse como persona natural o jurídica.
Ambas son válidas para empezar a declarar tus ventas y tener un orden contable, pero puede pasar que no saben cuál le conviene más. En este artículo podrás encontrar toda la información sobre cuál es la diferencia entre persona natural y jurídica, cuáles son sus características y cuál podría ser la mejor opción para tu emprendimiento.
¿Qué es una persona natural?
La persona natural es un ser humano de carne y hueso, que no requiere de otro tipo de RUT que no sea el personal. Puede ejercer una actividad sin demostrar capital, pero sólo puede responder a sus responsabilidades legales con su patrimonio personal. Además, puede optar a ser microempresa familiar si cumple con los requisitos.
¿Qué es una persona jurídica?
La persona jurídica es un personaje ficticio que asume los derechos y las obligaciones de la misma. Puede estar constituida por una o más personas naturales y/o jurídicas y tiene RUT propio. A diferencia de la persona natural, tiene que responder a sus responsabilidades legales con un patrimonio separado de sus integrantes.
¿Por qué debo elegir entre ser persona natural o jurídica?
Porque los derechos y las obligaciones son muy distintas cuando eres persona natural o jurídica.
Por ejemplo, si te lanzas con tu negocio como persona natural, la garantía son tus bienes personales y por otro lado, para obtener fondos mediante un crédito o una obligación bancaria serán tus propios datos los comprometidos. Aquí debes tener claro que tus bienes personales podrían ser embargados si no cumples con los pagos.
Otro aspecto, relacionado con el anterior, es que una persona natural puede ejercer todos los derechos y obligaciones de una empresa a su nombre, mientras que en el caso de las personas jurídicas, es la empresa la que asume todos los derechos y obligaciones de la misma.
Es decir, esta distinción determina el alcance de tu responsabilidad ante la Ley. Pero también esto implica que, en caso de la persona jurídica, las entidades financieras te darán siempre mejores opciones ante la empresa.
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¿Cuál es la mejor opción para mi emprendimiento?
Esto depende mucho de la naturaleza de tu emprendimiento y el tamaño de sus operaciones. Toda persona es persona natural, por lo que puedes hacer inicio de actividades y comenzar inmediatamente a realizar el giro correspondiente realizando el trámite correspondiente en el SII. Esta opción es ideal si buscas trabajar de forma independiente prestando servicios, ser comerciante individual o seguir como contratista independiente.
Además, un emprendimiento con una o más personas naturales de una familia puede registrarse como microempresa familiar si cumple con los siguientes requisitos:
La actividad económica se ejerce en la casa habitación.
Quien desarrolla la actividad es legítimo ocupante de la casa habitación familiar (puede ser casa propia, arrendada o cedida)
En el emprendimiento no trabajan más de cinco personas extrañas a la familia.
El capital inicial efectivo (o activos productivos) no superan los 1.000 UF.
En cambio, si tu emprendimiento no puede desarrollarse en tu casa habitación o los activos productivos superan los 1.000 UF es recomendable ver la opción de constituirse como persona jurídica. En este caso, necesitarás seguir el proceso de creación de empresas en Chile, que incluye una escritura legal de constitución publicada en el Diario Oficial e inscrita en el Registro de Comercio.
Independiente de qué figura elijas, con ambas puedes contratar un servicio de boleta electrónica que te facilite tu contabilidad y declaración de ventas en el SII.
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