¿Cuál es el precio adecuado para tus productos?
Si hay algo que determina cualquier aspecto de tu negocio es los precios de tus productos o servicios. Los precios marcarán cuál será tu mercado, cómo te abastecerás de tus productos y cuál será tu margen de beneficios.
Puede parecer abrumador, pero recuerda: poner un precio al principio no significa que no puedas cambiarlo luego. Además, los precios dependerán del tipo de productos o servicios que vendas.
Puedes encontrar un buen precio de partida teniendo en cuenta tres cosas. Piensa en:
Costes variables por producto: si pides productos para venderlos, se trata simplemente del coste de los bienes que vendes. No obstante, si fabricas tus propios productos, aquí se incluyen el coste de los materiales, el coste del tiempo que tardas en fabricar cada unidad y el coste de encontrar tu propio embalaje.
Costes fijos: serán siempre los mismos, con independencia de los productos que vendas. Incluyen gastos como los costes de los suministros y el alojamiento web.
Margen de beneficios deseado: dependerá del mercado, ya que cada tipo de cliente estará dispuesto a pagar distintos importes por los productos.
Fórmula para fijar precios
Una vez que sepas todo eso, calcula el precio con la fórmula precio de coste + margen de beneficios = precio de venta. Otra forma es dividir todos tus costes por 1 menos tu margen de beneficios. Por ejemplo, para un margen de beneficios del 20 % tendrías que dividirlo todo por 0,8 para obtener el precio objetivo.
Esta estrategia de precios se basa en cubrir los costes. Otra opción son los precios basados en el valor, donde fijas un precio según el valor que los clientes perciben en tu producto. Para que los precios basados en el valor funcionen, tendrás que prestar atención a tus competidores. Descubre:
Qué diferencia a tus productos: cuáles son las diferencias en cuanto a funciones y calidad. ¿Ofreces algo más que tus competidores?
Quién ofrece mejor servicio: ya sea servicio al cliente, devoluciones o algo similar.
Reconocimiento de marca: ¿cómo afectan este y otros factores intangibles a las decisiones de compra de los clientes?
El precio basado en el valor es más abstracto que el precio basado en el coste, ya que no hay una cifra concreta que descubrir. Por eso, puede resultar más complicado ajustarlo, aunque los beneficios también pueden ser mayores, si consigues que los clientes den mucho valor a tu marca.
Y recuerda: siempre puedes ajustar los precios si algo no funciona. El mercado cambia continuamente conforme surgen nuevos competidores y tendencias, por lo que la flexibilidad es clave.