¿Cómo definir las condiciones de pago de una factura?
Una de las principales inquietudes de los autónomos y empresas cuando emiten una factura es que se la paguen.
Razón no les falta: el olimpismo español en materia de morosidad no es ningún mito. Lo que, sin duda, no es una proeza sobre la que podamos ni debamos alardear.
Afortunadamente, existen unas reglas y unas leyes que nos protegen de la morosidad. Y conocerlas es importante a la hora de hacer la factura.
Condiciones de pago de una factura: qué dice la Ley
En principio, las condiciones de pago a la hora de emitir una factura se deben acordar entre el vendedor y el comprador.
No obstante, existen unos límites que fija la Ley 3/2004, de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales. Esta norma será nuestra referencia.
De esta Ley, de su artículo 4, podemos sacar en claro dos cosas:
El plazo de pago acordado no puede superar los 60 días naturales.
Si no se acuerda ningún plazo, este por defecto será de 30 días naturales.
El plazo empieza a contar después de la fecha de recepción de las mercancías o de la prestación del servicio.
¿Qué se pone en las condiciones de pago en una factura?
Pues lo dicho, se puede poner cualquier cosa. Ahora bien, siempre y cuando no se supere el límite fijado por la Ley: 60 días, en caso de empresas y profesionales; 30, si se trata de la Administración pública.
Una manera sencilla, rápida y sabia de fijar las condiciones es usar un programa para hacer facturas que te permita guardar lo pactado con tu cliente.
Pongamos un ejemplo cercano: SumUp Facturas. Con SumUp Facturas puedes fijar las condiciones por cliente o directamente en la factura, como desees. También puedes indicarlo de manera genérica en el apartado de Términos y condiciones de la factura.
A continuación te mostramos un ejemplo que - esperemos - te ayude a orientarte: