CNAE - ¿Qué es el CNAE?
La Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) es un código numérico con valor estadístico que influye también en las cotizaciones por contingencias profesionales.
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El CNAE - por código CNAE - tiene como objetivo clasificar todos los agentes productores según la actividad económica que realicen.
Todas las empresas en España están obligadas a tener un código numérico de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) con fines principalmente estadísticos.
En qué consiste el CNAE
El código está formado de cuatro cifras y se agrupa en diferentes modalidades de actividad, ordenadas por sección, división, grupo y clase.
Dichas modalidades de actividad van desde las actividades agrícolas a las actividades artísticas o profesionales y están homologadas a nivel europeo por el Reglamento CE 1893/2006.
El CNAE entró en vigor en España con el Real Decreto 475/2007, de 13 de abril de 2007.
Para qué sirve el CNAE
Su finalidad es principalmente estadística, es decir, sirve para recoger información económica por tipos de actividad productiva.
El código de CNAE también condiciona el tipo de cotización de las empresas por contingencias profesionales de los empleados. Según la clasificación de la empresa dentro del CNAE pagará más o menos cotizaciones por este tipo de contingencias.
Si en un tipo de actividad la probabilidad de sufrir accidentes laborales es mayor, la cotización también será superior.
Quién está obligado a tener el CNAE
Cualquier agente económico (empresa, gobierno, entidad financiera, etc.) que actúe en el ámbito europeo está obligado a registrarse en el CNAE.
El CNAE ha de figurar en todos los escritos de constitución de una sociedad en todos los registros públicos como el Registro Mercantil.
El CNAE y el IAE
El CNAE y el IAE (Impuestos de Actividades Económicas) son dos conceptos distintos, aunque en algunos lados tienda a confundirse por referirse ambos indicadores a actividades económicas.
El CNAE es, fundamentalmente, un dato estadístico, sin ningún valor fiscal pero con repercusiones en las cotizaciones por contingencias profesionales a la Seguridad Social.
El IAE, por su parte, alude a un tributo y el epígrafe no tiene por qué coincidir necesariamente con el código del CNAE.