Demanda interna - ¿Qué es la demanda interna?
La demanda interna de un país mide el gasto en consumo, bienes, servicios e inversión que hace un país, tanto en su sector público como en el privado, en un período determinado de tiempo.
El resultado de la suma de la demanda externa y la interna es igual a la producción total de una economía. Esta suma es conocida como demanda agregada.
La demanda interna es por tanto el gasto en bienes y servicios que hacen los diferentes agentes económicos (familias, empresas y gobierno) de un país, en un período de tiempo específico.
Se trata de un indicador económico que mide el grado de desarrollo y bienestar del país. Cuando la demanda interna crece, normalmente lo harán la producción y los niveles de empleo.
¿Cuáles son los componentes de la demanda interna?
La demanda interna está compuesta por el consumo de los hogares, el gasto del estado o gobierno y la inversión. A continuación, desgranamos estos tres componentes:
Consumo de las familias (C): Consumo total que realizan los hogares. Desde alimento y ropa hasta salud, ocio, etc. Esto excluye la compra de una vivienda nueva.
Gasto del gobierno (G): Gasto que hace la Administración (Central, Autonómica y Local) para poder llevar a cabo sus funciones. Este gasto incluye el salario de los trabajadores públicos, el alquiler de oficinas, etc.
Inversión (I): Adquisición de bienes durables con el fin de producir otros bienes o servicios. Esto incluye el gasto en existencias y maquinaria, la compra de viviendas por parte de las familias, etc.
Una demanda interna elevada, normalmente conlleva un consumo general bueno proveniente de una tasa de desempleo baja y un buen nivel de crecimiento.
¿Cuál es la fórmula de la demanda interna?
La demanda interna es, por lo tanto, la suma de los tres componentes anteriores:
La demanda interna puede crecer o disminuir en función del nivel de confianza de los consumidores. A mayor confianza, mayor consumo y, por tanto, mayor demanda interna.